Parte de esta ponencia fue presentada el 29 de Octubre en el Congreso de la República por la Asociación Nacional de Fútbol Femenino
El mes pasado tuvimos la oportunidad de presentar en el Congreso de la República de Colombia, las razones por las cuales es necesario tener una ley de las mujeres y las niñas (originalmente llamado el Estatuto de la Igualdad). Tuvimos cinco minutos para expresamos nuestros saludos al movimiento de mujeres que no debe confundirse con mujeres desarrollando activismo por cualquiera de las causas. El movimiento de mujeres durante muchos años ha recogido la lucha por los derechos de las mujeres: derechos económicos, civiles, políticos y sociales.
Celebramos que nuestros sentires desde la Asociación Nacional de Fútbol Femenino se junten con el movimiento de mujeres y con las instituciones y organizaciones sociales. Nos dijeron que calladitas nos veíamos más bonitas, pero en el deporte encontramos razones para levantar la voz. El deporte aunque tiene la capacidad de unir a los pueblos, también desde la competencia nos han dicho que solo una gana y que hay que competir para lograr el oro, el primer lugar, la gloria deportiva pero aquí vamos a ver qué a través de la juntanza ganamos todas.
Con el Estatuto de la Igualdad, buscamos tener espacios seguros para la práctica y la competencia deportiva donde nuestras niñas y mujeres desarrollen todo su talento. Las mujeres en Colombia han ganado la mayor cantidad de medallas. 70% de las mujeres han sido acosadas y violentadas en el deporte. No queremos que ninguna niña se retire del deporte a causa del acoso y el abuso sexual. Queremos que brillen en los juegos olímpicos pero que también sean felices si participan en los juegos locales.
Con el Estatuto de la Igualdad buscamos reconocer a esas mujeres que nos han representado como País en el deporte pero también queremos que los espacios de trabajo en el deporte sean remunerados y reconocidos de manera igualitaria. Más mujeres en los cargos de decisión. Lugares desde donde se decide no solo la participación de las mujeres en el deporte sino también se garanticen los espacios y las estructuras físicas para la práctica, que se reconozca de manera igualitaria el trabajo de las mujeres que están en el deporte, que se garantice la protección social y que a partir de acciones de discriminación positiva nos permita cerrar las brechas de género en el deporte.
Ahora bien, hemos escuchado a diferentes personas hablar sobre los cuerpos de las mujeres. Y es normal que esto suceda. Sigue siendo cultural que el control del cuerpo históricamente haya sido parte del origen de las violencias y el deporte no es una excepción. Mi pregunta es ¿Qué parte del cuerpo es es que queremos controlar o defender? Se ha hablado de la defensa de la vida intrauterina ¿Qué parte de la vida de las mujeres es la que queremos defender? La que se ajusta a los patrones heteronormados y que se ajusta al disfrute y el placer de los hombres, a las que silencian, invisibilizan y se mantienen obedientes a los designios patriarcales. Al parecer, esa es la vida de las mujeres que interesa. Pero la vida de todas las mujeres es importante.
Sí las mujeres no tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos no tendremos a nada. No nos merecemos una ley de igualdad en los derechos por ser la hija mas amada, la mejor mamá, la amorosa esposa, merecemos y vamos a luchar por nuestros derechos porque somos seres humanos.
El estatuto no busca negar derechos a quienes ya los tienen, busca romper las estructuras que han conminado a las mujeres a lugares donde no queremos estar y las violenta sistemáticamente en todos los ámbitos incluido el deporte. Y recordar que no hay espacios de mujeres, todos fueron de los hombres y fueron las justas luchas del movimiento de mujeres quienes abrieron las compuertas para que hoy día las vayamos habitando cada vez más. Así que es nuestra tarea no dejarlas cerrar y la ley debe ajustarse a la realidad cuenta. A veces vemos que el derecho siempre está atrás de la realidad, con este estatuto queremos que la ley se ponga a la altura de la realidad que vivimos las mujeres.
Ahora los y las congresistas tienen al lado a un movimiento de mujeres que no se cansa, que se para en hombros de otras para luchar y defender nuestros derechos. Ellos tienen el deber de convocar a sus pares para cambiar y acorralar al patriarcado. Es la oportunidad de ser quienes aporten en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.
Puede ver la intervención completa en: https://www.youtube.com/watch?v=rirQeGxRPZw
Encuentre el proyecto de ley en:
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